“Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas.
Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos”
(Gustave Flaubert)
Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos”
(Gustave Flaubert)
Las sirenas son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental.
Estos seres híbridos de mujer y pez, cantaban maravillosamente con la finalidad de atraer al mar a sus víctimas, para después devorarlas (o amarlas, ¿acaso no es lo mismo?).
Cuenta la Odisea que Ulises ordenó a sus compañeros que lo amarraran al palo mayor de la nave, de modo que cuando surgiera el canto de las sirenas, no pudiera ir detrás de ellas.
Y es que hay sirenas, amores y sueños, a los que no se debiera escuchar ni seguir jamás.
Estos seres híbridos de mujer y pez, cantaban maravillosamente con la finalidad de atraer al mar a sus víctimas, para después devorarlas (o amarlas, ¿acaso no es lo mismo?).
Cuenta la Odisea que Ulises ordenó a sus compañeros que lo amarraran al palo mayor de la nave, de modo que cuando surgiera el canto de las sirenas, no pudiera ir detrás de ellas.
Y es que hay sirenas, amores y sueños, a los que no se debiera escuchar ni seguir jamás.